Das Geldliche

Auch wenn ich im Zusammenhang mit Bildung  ungerne über Geld spreche,  muss ich es doch tun, weil ein gut Teil meines Brotes davon abhängig ist.

 

1. Bandbreite von Gebühren.

 

Meine Honorare heben sich merklich voneinander ab, je nachdem, ob sich um einzelne Stunden oder um ein- bzw. mehrmonatige Kurse handelt. Außerdem hängen sie von der Schüleranzahl - im Prinzip eins bis vier, und von der Unterrichtsart ab, denn es bereitet mir eine normale, gut durchdachte Unterrrichtsstunde mehr Mühe als eine bloße Konversationsstunde.

 

Zur Erläuterung kann ich sagen, dass jede der 90-minütigen Einheiten sich im Rahmen eines mehrmonatigen, von vier Schülern in Anspruch genommenen, im Voraus bezahlten Kurses mit zwei Sitzungen pro Woche auf 12,00  Euro beläuft – das heißt 8 EURO pro 60 Minuten.

 

Im anderen Extrem befindet sich das Honorar in Höhe von 30 EURO, die ich zur Bezahlung einer 60-minütigen, allumfassenden, losen Einzelstunde für angemessen erachte.

 

Zwischen diesen zwei Extremen gibt es eine Bandbreite von Unterrichtsarten und -gebühren.

 

2. Entrichtung.

 

Lose Stunden müssen spätestens beim Unterricht bezahlt werden. Kurse, das heißt Stundenreihen, werden ihrerseits durch einen Vertrag bestimmt, welcher vonseiten des Schülers die Verpflichtung festlegt, zu Kursbeginn bzw. am Anfang jedes Monats die Stunden im Voraus zu zahlen, die ihm in dessen Laufe erteilt werden werden. An gesetzlichen Feiertagen findet kein Unterricht statt und dementsprechend ist nichts dafür zu zahlen; es sei denn, dass der Lehrer und der bzw. die Schüler etwas anderes vereinbaren.

 

Befindet sich der Schüler bzw. seine Familie in finanzieller Not, besteht die Möglichkeit, über eine Ermäßigung zu sprechen; denn es wäre sehr bedauerlich, wenn jemand, der wirklich eine Sprache lernen will, diese Bildung aus bloßen Geldproblemen nicht bekäme.

 

Wie dem auch sei, meine Honorare schließen sowohl die Stunden an sich als auch deren gewissenhafte Vorbereitung sowie die Berichtigung der abgegebenen Aufsatzaufgaben ein, aus deren Fehlern ich Rückschlüsse zu ziehen pflege. Wenn ich es für angebracht hielte, würde ich dem Schüler zudem von mir verfasstes bzw. zu verfassendes Ergänzungsmaterial geben, wofür er nichts extra zahlen müsste. Über solche Materialien behalte ich aber immer das Urheberrecht.

 

3. Absenzen.

 

Hinsichtlich von Absenzen lassen sich folgende Fälle unterscheiden:

 

3.1 Lose Einzelstunden.

 

a) Sollte der Schüler den Termin für eine lose Einzelstunde absagen wollen bzw. müssen, darf er es nur dann kostenfrei tun, wenn er mich davon  vierundzwanzig Stunden im Voraus benachrichtigt. In diesem Fall wird er mir nichts schulden.

b) Wenn aber die Benachrichtigung nicht rechtzeitig oder überhaupt nicht erfolgte, würde er mir die Hälfte des vereinbarten Honorars schuldig, die ich als Gegenleistung für die schon getroffene Vorbereitung verlange.

 

3.2 Lose Gruppenstunden.

 

a) Sollten die Schüler den Termin für eine lose Gruppenstunde absagen wollen bzw. müssen, dürfen sie es nur dann kostenfrei tun, wenn sie mich davon vierundzwanzig Stunden im Voraus benachrichtigen – es reicht die Meldung von einem der Schüler. In diesem Fall werden sie mir nichts schulden.

b) Wenn aber die Benachrichtigung nicht rechtzeitig oder überhaupt nicht erfolgte, würden sie mir die Hälfte des vereinbarten Honorars schuldig, die ich als Gegenleistung für die schon getroffene Vorbereitung verlange.

 

3.3 Einzelstunden im Rahmen eines Kurses.

 

Nach vereinbarten Unterrichtstagen und –zeiten hat der Schüler das Recht, Termine abzusagen, Nachholungsunterricht oder die Rückerstattung des den versäumten Stunden entsprechenden Betrages zu verlangen, nicht. In Einzelfällen würde ich dennoch einen Nachholungstermin in meinem Terminkalender zu finden versuchen, der dafür bestimmt wäre, dass der Lernprozess des Schülers sich nicht verlangsamte.

 

3.4 Gruppenstunden im Rahmen eines Kurses.

 

Nach vereinbarten Unterrichtstagen und –zeiten hat der Schüler das Recht, Termine abzusagen, Nachholungsunterricht oder die Rückerstattung des den versäumten Stunden entsprechenden Betrages zu verlangen, nicht.

 

4. Terminabsagen von mir.

 

Wäre ich derjenige, der ausnahmensweise einen Unterrichtstermin nicht einhalten könnte, würde ich mich an den Wunsch des Schülers bzw. der Schüler halten, ob die Stunde nachgeholt oder ihm bzw. ihnen seine erfolgte Zahlung rückerstattet werden soll.


 

Lo financiero

Aunque no me guste nada hablar de dinero, sobre todo en el contexto de la educación, tengo que hacerlo, ya que una buena parte de mi sustento depende de ello.

 

1. Gama de tarifas.

 

Mis honorarios varían ostensiblemente según se trate de clases sueltas o de un curso de uno o varios meses. Además, dependen del número de alumnos, que en principio puede ir de uno a cuatro, así como del tipo de enseñanza, pues, por ejemplo, no exige el mismo esfuerzo una clase de mera conversación que una ordinaria y bien pensada.

 

A modo de ejemplo, diré que cada una de las clases de 90 minutos, en el marco de un curso colectivo ordinario contratado por cuatro discentes, de varios meses de duración y dos sesiones semanales, asciende a 12 euros - esto es, a 8 euros por sesenta minutos.

 

En el extremo contrario se encuentran los honorarios de 26 euros, que estimo adecuados para pagar una sesión suelta de 60 minutos, contratada por un solo alumno y ordinaria, no de mera conversación. 

 

Entre ambos extremos se sitúa una amplia casuística de clases y tarifas.

 

2. Abono.

 

Las clases sueltas deberán abonarse a lo más tardar en el momento en el que se reciban. Por su parte, los cursos vendrán regulados por un contrato, el cual establece la obligación inexcusable, por parte del alumno, de pagar por adelantado, ya sea a comienzos del curso o primeros de cada mes, las clases que va a recibir a lo largo del mismo. Salvo acuerdo previo entre profesor y alumno-s, no se impartirá clase y, en consecuencia, no se cobrarán, los días que figuran como festivos en el calendario escolar de las instituciones de enseñanza general en Viena.

 

Si el alumno o su familia hubieran de encontrarse en apuros económicos, estaría dispuesto a hablar de un descuento, pues sería una lástima que, estando verdaderamente interesado en aprender el idioma, alguien se quedara sin esa formación por un mero problema financiero.

 

En cualquier caso, mis honorarios incluyen tanto las clases en sí mismas como su concienzuda preparación, amén de la corrección de tareas de redacción entregadas por el alumno, de cuyos errores acostumbro a extraer conclusiones. Asimismo, y si lo estimara conveniente, le haría entrega de material complementario elaborado – o que hubiera de ser elaborado – por mí, y por el que no tendría que pagar ninguna cantidad extra. Eso sí, esos materiales no dejarían de ser propiedad intelectual mía.

 

3. Faltas de asistencia.

 

En lo que a faltas de asistencias se refiere, pueden distinguirse los siguientes casos:

 

3.1 Clases sueltas para un solo alumno.

 

a) Si el discente hubiera de cancelar la cita destinada a una clase individual y suelta, podrá hacerlo si me lo notifica por correo electrónico con al menos veinticuatro horas de antelación, en cuyo caso no contraerá ninguna deuda conmigo.

 

b) Si dicha notificación tuviera lugar con menos de dicha antelación o, llegado el momento de la clase, aquél no se personara, incurrirá en una falta y contraerá la deuda de la mitad de los honorarios fijados, en concepto de preparación de la clase.

 

3.2 Clases sueltas para un grupo de alumnos.

 

a) Si los discentes hubieran de cancelar una cita destinada a una clase suelta, podrán hacerlo si me lo notifican por correo electrónico – es suficiente que lo haga uno de ellos - con al menos veinticuatro horas de antelación, en cuyo caso no contraerán ninguna deuda conmigo.

 

b) Si la notificación tuviera lugar con menos de dicha antelación o, llegado el momento de la clase, aquéllos no se personaran, incurrirán en una falta y contraerán la deuda de la mitad de los honorarios fijados, en concepto de preparación de la clase.

 

3.3 Clases individuales enmarcadas en un curso.

 

Una vez acordados los horarios para el curso, el discente no tendrá derecho de cancelar ninguna de las citas, ni de exigir recuperaciones de clase o la devolución del dinero correspondiente a las clases perdidas. No obstante lo anterior, en casos excepcionales intentaría encontrar un hueco en mi agenda para ofrecer una cita sustitutiva, destinada a que el alumno no se retrase en su proceso de aprendizaje.

 

3.4 Clases grupales enmarcadas en un curso.

 

Una vez acordados los horarios para el curso, los discentes no tendrán derecho de cancelar ninguna de las citas, ni de exigir recuperaciones de clase o la devolución del dinero correspondiente a las clases perdidas.

 

4. Cancelación de clases debida a mi causa.

 

Si fuera yo el que no pudiera cumplir con una cita, lo cual no suele suceder, me atendría al deseo del alumno o, según su caso, de los alumnos, de que recuperemos la clase o que le-s devuelva el importe de la misma.